sábado, 15 de mayo de 2010

Theodore Sturgeon y su Cuerpodivino

Theodore Sturgeon es escritor de ciencia ficción. Cuerpodivino fue publicada tras su muerte, e incluso, en la ficha de Wikipedia en español, no aparece.

La novela está contada desde el punto de vista de ocho personas, las cuales narran en primera persona su encuentro con un ser místico llamado Cuerpodivino. Con forme pasan los capítulos, descubrimos quién es ese ser misterioso y cómo toca a través de la energía sexual que emana, a cada uno de los personajes.

La narrativa tiene un ritmo excepcional; yo lo terminé en un día. Es poético, es cachondo (pero no vulgar), es humano. La idea de elevar el sexo a un nivel sagrado y religioso conecta al lector que ha estado enamorado y caliente por la misma persona. Más que un orgasmo, es la conexión. Supongo que algún católico podría tachar de hereje al texto, sobre todo por las frecuentes referencias a Jesús, pero a mí me encantaron.

Vuelvo a los personajes, que son el hilo conductor de la novela. Todos están delineados física y emocionalmente de una manera muy rica, lo que demuestra la maestría del autor. Además todos soy muy diferentes: un pastor y su esposa, un violador, una loca-desadaptada, una metiche, una artista, un policía corrupto, un viejo agachón.

Mi preferida es la artista Britt Svanguld. Una hippie y excéntrica que se dedica a pintar y sostiene que el tacto es el sentido más valioso. Que en cierto modo, todos los sentidos tocan. A continuación un extracto:

El sentido del tacto es un cristal con muchas facetas. El aire estalla entre el martillo y el yunque y perturba el aire alrededor que a su vez vuelve a perturbar el aire, y esas perturbaciones avanzan hacia ti como pasos hasta que tocan la membrana del oído. Lo mismo ocurre con las ráfagas de sonido que atraviesan las plumas rígidas de un cuervo y las plumas suaves del ala de un búho, y cada una tiene un significado diferente. Ver también es tocar y ser visto es ser tocado, y esto también tiene sus muchos sentidos. No es lo mismo que te vea un niño cruel con una piedra en la mano que un ciervo o una ardilla. Si vives como vivo yo y sabes tocar y ser tocado por los ojos, sientes los ojos incluso cuando no los ves y puedes darte cuenta de qué tipo de tacto es.


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